Eran tres kuervos,
kuervos eran los que subieran los 22 escalones
antes de llegar al sol,
la luminiscencia les cegó la mirada
i el terror a los ojos se volvió kontra eios.
El partidismo azota las kabezas que alguna vez pensaron,
pensaron en algo ke no eran números como nombres,
ni lamentos falsos como muerte.
Mis pies pisan una soleada vereda verde
un asfalto oscuro se cierne por detrás,
io sé, io sé! por la mierda io sé el dolor...
i me vienen con papeles!!.
Salvar una vida y no salvarse en vida sería una consigna
o kaer en el desespero por no saber el ke-hacer,
más digo ke la vida aún está
i hai que mirarse las manos i los pies i el pelo creciendo
para verificar ciertas vidas muertas.
ke los colores de sus comerciales les iluminen...
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