martes, 21 de enero de 2014

// Reían//

Kon un puñado de estreias salía de la celda
cobraba su guita, nadaba el océano de piel para llegar.


No había música ke sus ojos no oieran
i su lengua torrentosa kambiaba de piel para saberse.


Reía cada vez menos, pero sabía que estaba bien eso.
Reía kuando era necesario, 

la perdida de tiempo era tal ke no subía las escalas, sólo las bajaba.

Mañana es Lunes, pensaba. Y despúes Martes.
Para qué el tiempo? dexía. 


Reían.

Kada mañana  dormir dos minutos más
kada mañana levantarse un minuto antes, no sé.
Al final hacer lo ke la disposición enseñaba, kreer, kaer, kreer.


Juraba haxerlo. 

Su oído registraba otros gritos alertas.
No soy nadie, nada soi.





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